Siempre pienso que si viviría en Europa sería en Portugal, ya sea en Oporto o Lisboa.
Eh! ¿Cómo en Portugal? Pero si en Europa hay países con mega ciudades majestuosas, con edificios imponentes, como por ejemplo París, Londres o Amsterdam…
¡No me griten! En el caso de Oporto, tengo muchas razones que avalan mis pensamientos (o quizás deseos jajaj).
- La arquitectura es sencillamente encantadora y fanatiza a cualquiera.
- Hay playas en los alrededores de Oporto, en Espinho o en Matosinhos.
- Las temperaturas durante el invierno no son extremas, hasta te diría que son benevolentes.
- Los portugueses son personas macanudas.
- Para esta gordita de alma la gastronomía está buena, es veriada y sus precios son más que accesibles.
- Hay vino Oporto y pasteles de nata.
- Nunca falta la buena música (encontramos percusión donde queramos).
- Lindos bares están distribuidos alrededor de toda la ciudad. Vas a ver que la vida nocturna es espectacular y para todas las edades!
Sobra el arte
Levantada en la ribera norte del río Duero, Oporto es la segunda ciudad más grande de Portugal, después de Lisboa.
El turismo en esta perla del Atlántico se encuentra en claro ascenso. Y no es para menos! Nunca conocí a nadie que se haya ido descepcionado de allí.
El conocer una ciudad tan relajada, donde podemos sumergirnos en la cultura portuguesa sin sentirnos abrumados como en grandes capitales es más que fascinante.
Ahora bien, ¿Cuánto tiempo es necesario para explorar la ciudad del vino?
Te diría que Oporto es ideal como destino para pasar un fin de semana largo, ya que es una ciudad que puede recorrerse por completo en tres/cuatro días.
Dos o tres días se pueden destinar para visitar la Ribeira y el centro histórico.
Y en los días restantes, es posible descubrir Vila Nova de Gaia, las bodegas de oporto y tomar sol en las playas de alrededores.
La mejor manera de conocer Oporto es hacerlo a pie, caminando por sus callecitas estrechas, coloridas y hasta te diría un poco decadentes.
Imperdibles de la ciudad
Subir a la Torre de los Clérigos
Esta torre de seis pisos, ubicada en la parte alta del casco antiguo de Oporto, tiene aproximadamente unos 75 metros de altura y puede verse desde varios puntos de la ciudad.
Comprar un libro (o al menos visitar) la librería Lello, que le sirvió de inspiración a J.K Rowling para escribir Harry Potter.
Los precios de los ejemplares son prácticamente iguales que en otras librerías, pero adquirir un libro en esta joya arquitectónica tiene un valor especial.
Pasear por el Mercado do Bolhao.
Te recomiendo visitarlo por la mañana, momento en el que vas a ver a los locales en acción comprando frutas, verduras, carnes o pescados. También hay unas flores hermosas.
Cenar en la Ribera del Río Douro en una de las tantas tabernas tradicionales y probar las especialidades locales
No podés irte de la ciudad sin haber degustado la francesinha (sandwich relleno con carne/ chorizo/salchichas/panceta, con queso fundido encima y bañado por una salsa roja. Los habitantes de Porto la aman!
Abundan también toda clase de pescados, pero el bacalao se lleva todos los aplausos.
Recorrer la Catedral y las Iglesias de San Francisco y del Carmo.
La Catedral de Oporto es la más antigua de la ciudad.
Si bien no tiene grandes brillos, su tamaño impacta a cualquiera.
Cruzar el imponente Puente Luis I tanto de día como de noche.
Este icónico puente data del año 1886 y permite cruzar a ambos lados de la ribera a peatones, buses, automóviles e incluso al tranvía.
Dar un paseo en el vetusto y romántico Tranvía.
Subirte al medio de transporte más encantador y antiguo de la ciudad es un must.
El boleto simple cuesta €2.50, mientras que el boleto de 24 horas cuesta €8,00 para adultos y €5,00 para los niños.
Absorber la atmósfera de la Estacion Sao Bento.
Cuando ingresé a la estación sentí amor a primera vista. Los azulejos de las paredes pintados de azul, que representan escenas de la vida portuguesa son una belleza!
Recorrer las bodegas.
Escuchaste alguna vez acerca del vino Oporto? Por supuesto que sí, hasta seguramente tuviste la posibilidad de probarlo. Esta es la zona donde se produce (de ahí su nombre), para luego exportarse al mundo entero.
Vila Nova de Gaia se encuentra ubicada frente a Oporto, exactamente ni bien cruzamos el Río Douro. El mejor momento para visitar las bodegas -observando el proceso de destilación tradicional-, y hacer la consecuente degustación, es cuando cae el sol. Los precios de las entradas van desde 5€ a 10€.
Ocaso y copita de Oporto en mano son la combinación perfecta! No exagero al decir que la puesta del sol más linda que vi en mi vida fue en Oporto, en el Edén de la bebida color rubí.
¿No estás totalmente convencida/o?
Oporto es una de las ciudades Europeas con costo de vida más accesible.
Especialmente si la comparamos con otras ciudades Mediterráneas de España, Italia o Grecia. Al terminar nuestra estadía nos va a sorprender lo poco que gastamos.
Podemos conseguir hospedaje baratísimo (hostels por 10 € o menos, Airbnb desde 20€, u hoteles desde 30 €), platos completos con pescado, pollo, carne o vegetarianos por 6€ y coctails también a precios más que convenientes.
La arquitectura es majestuosa
El icónico puente Luiz I, la Torre de los Clérigos, la Iglesia del Carmo o la estación Sao Bento son algunos de los ejemplos. Más allá de las miles de casitas con azulejos viejos y coloridos y las vistas de los techos color terracota del distrito de Ribeira, el más antiguo de la ciudad.
Gastronomía rica y platos abundantes
Probablemente los restaurantes familiares sean mis preferidos a la hora de elegir donde comer en Oporto. Esos en los que no escatiman en las porciones, que son atendidos por sus propios dueños y a los que vas a querer volver una y otra vez para sentirte un poquito local.
Hay muchísimos espacios verdes dentro y rodeando la ciudad
Tanto parques, como plazas y muchos jardines te esperan para leer un buen libro, hacer un pic-nic o dormir una siestita.
El Palacio de Cristal es el más popular entre locales y viajeros. En los jardines de este palacio, derribado a mediados del siglo XX, se celebran diversos tipos de espectáculos deportivos y de ocio.
Paraíso para hacer compras
Si tu fanatismo por los azulejos es tan grande como el mío, te aseguro que en Oporto vas a sentir que pisás el nirvana.
Es muy fácil encontrar toda clase de objetos realizados con azulejos (hasta bijouterie artesanal), chalinas coloridas o muebles. Hasta los repasadores que venden son lindos!!
¿Cómo llegar?
Llegar a Oporto es extremadamente accesible desde otras ciudades de Europa.
Particularmente, fuí en automóvil desde Santiago de Compostela, pero es posible volar desde distintos puntos del continente o desde Portugal con aerolíneas low cost (Easy Jet, Ryan Air o Vueling, entre otras). TAP es la aerolínea de Bandera Nacional.
Moverse desde el aeropuerto a la ciudad
El aeropuerto se encuentra a catorce kilómetros al norte de la ciudad. Es un importante aeropuerto internacional y está perfectamente conectado con la ciudad a través de la red de metro.
Hay salidas cada aproximadamente media hora, y la línea E (violeta) va directamente hasta el centro.
El billete sencillo cuesta €1,85 y la tarifa del metro se carga en la tarjeta reutilizable Andante, que cuesta €0,60.
¿Preferís tomar taxi? El viaje desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad cuesta entre €20 y €30.
Otras opciones para llegar a Oporto son haciendo Bla-Bla car (plataforma virtual donde se pueden encontrar viajes compartidos con otras personas), en tren (por ejemplo desde España con Renfe y en Portugal con Combois de Portugal) o en bus.
Mujeres viajando solas
Como previamente dije, la ciudad es súper relajada, situación que se transmite al caso de mujeres viajando solas.¡Chicas, a tomar transporte público, salir de copas por la noche y bañarnos en las playas sin preocupación!Mientras Oporto te espera, mis ganas de volver crecen a pasos agigantados!