Las iglesias son todo un reclamo para el turista. Si cualquier persona viajera ha venido a Etiopía, no dudará en deciros que Lalibela es fundamental para conocer la historia del país y poder perdernos en sus centenarias iglesias. Pero este lugar posee algo más que estas preciosas y casi inexplicables construcciones. Sus paisajes.
Estamos en época de lluvias. La estación seca empieza en breve y ahora todo rebosa de un intenso verde, con fugaces pero intensos chaparrones. El reloj etíope se marca por el cielo. Tantas nubes hay, tantas cosas debo hacer. Es como si supieran de antemano, cuando viene el agua, cuando sale el Sol o cuando va a hacer más frío de la cuenta. Como expertos meteorólogos, pero sin sus modernos y caros satélites bordeando nuestra órbita, ellos deciden qué camino tomar y en qué orden hacerlo. Una vez acabado, cae la lluvia, clavando los tempos de manera casi mágica.
VISITA A LAS AFUERAS
Esta mañana y como segunda jornada, para poner el punto final a nuestra visita por Lalibela, hemos decidido con un guía, hacer una excursión a una misteriosa iglesia, situada en la montaña de Asheton, llamada Gemadik Maryam. Ocho kilómetros de intensa subida desde el centro de la ciudad caminando, pueden ser muchos para ciertas personas, pero el camino en la estación seca, está liberado del barro que hace imposible en la época de lluvias su acceso. De hecho, creo que la excursión a pie merece mucho la pena hacerla, por lo que vamos a ir encontrando en el camino. Si nos vemos con valor y decidís hacerla, no hay que perder la oportunidad de hacer fotografías al impresionante paisaje que por el horizonte va asomando, a medida que vamos ganando altura. Su difícil acceso, hace que no encontremos apenas visitantes. Las aldeas con techos de hojalata, están repletas de simpáticos niños, que no dejan indiferente a nadie. Sus artesanías muy pobres en calidad, su manera tan delicada de pedir dinero o una sonrisa sincera de vergüenza cuando te diriges a ellos, hacen de esta caminata un bonito recuerdo y una manera estupenda de despedirnos de nuestro paso por la zona más laureada de Etiopía.
La Iglesia de Maryam (María), de tamaño pequeño, puede que nos choque al llegar por su complicado acceso. Su situación privilegiada, a vista de dos valles a dos bandas, hace que pasemos por alto, la que considero la más misteriosa de todas las iglesias excavadas en roca de Lalibela. Relajaros y disfrutad de sus paisajes sorprendentemente bellos. El regreso, se puede hacer por la carretera principal, sin hacer uso de atajos como los utilizados en la subida. Puede que nos de otra perspectiva de la gente que habita en la montaña, siendo este igual de bueno que el anterior. Una visita que realmente merece la pena, si sois capaces de hacer la friolera suma de 20 kilómetros total de recorrido.
Otra opción es hacer el monasterio de Yemrehanna Kristos. En coche alquilado o con un guía, llegaréis a este precioso lugar situado a unos 30 kilómetros de la ciudad, del que me han hablado muy bien unos viajeros con los que he coincidido en el hotel. Otra opción más bestia pero a la par fascinante, es hacerlo en mula por unos 20 dólares con guía incluido. El tiempo que se debe invertir pueden variar entre 10 y 12 horas.
IGLESIAS DEL SURESTE
Si ayer hacía hincapié en que Lalibela y sus famosas fotografías estaban enfocadas a las construcciones del noroeste, puede que la sorpresa haya sido mayúscula cuando no sé por qué motivo el grupo del sureste, me ha fascinado todavía más. Son un grupo de cinco ancestrales rocas excavadas, convertidas en santuarios. Los túneles que las van conectando son fascinantes. Las celebraciones inmunes al paso de los años. Es también imprescindible ir con guía. Los pasadizos secretos, son difíciles de encontrar. Algunos huecos, hechos cuevas conectoras entre un complejo y otro, son oscuros, sin luz, con prohibición total de encender cualquier linterna por cuestiones religiosas. Debemos relajarnos, palpar las frías paredes y rezar para ver el final del túnel después de estar durante bastante tiempo, engullidos por las oscuridades más profundas de la montaña. Ni que decir tiene, que los que sufran en sitios cerrados, ni lo intenten.
Un consejo para sacarle partido a vuestra visita, es llegar, sentarse y ver cómo los feligreses reciben la bendición de los supremos sacerdotes. No entiendo muy bien la complejidad de la religión copta, pero es fascinante poder mezclarte entre ellos sin apenas ser percatado, eclipsados por sus intensos rezos, alejando su mente hacia otro mundo entre plegarias y bonitos cánticos.
CURIOSIDADES
Desde mi llegada, dos simpáticos chavales limpiabotas, han sido mis Good Morning y mis Good Afternon. Sencillos, con honestas sonrisas y un inglés a punto de eclosionar, los niños de Lalibela puede que te cautiven con su manera de ser. Por supuesto que no me limpié los zapatos. Estaban limpios y nuevos. Pero hoy, después de la excursión y avisado por los picarones desde ayer, he vuelto de barro hasta casi las rodillas.
¿Qué podía perder limpiándome el calzado? Nada. Todo lo contrario. La conversación ha sido divertida, los niños sinceros y aunque todo tiene un idioma universal que empieza por Dó y acaba por lar, su empuje, su descaro educado y sus risas, me han cautivado.
Ahí no acaba todo. A la hora de darles dinero, no querían recibir nada. Querían que le enviara material escolar desde mi país cuando llegara. Aunque sólo fueran bolígrafos, colores o libretas. Casi a la fuerza, les he dado dinero y he entrado en el hotel para coger todos los bolígrafos que llevaba encima y se los he dado posteriormente. Si hay abrazos felices, hoy he recibido dos. Su sorpresa era tan grande, que el más pequeño, no paraba de reír y saltar.
Les he dado mi correo electrónico para que me envíen un contacto. Puede que cuando llegue a España, haga un envío de material escolar. Suyo es el futuro de un país ahogado y sólo mediante los estudios podrán labrarse un futuro mejor.
Gracias Irma y Enmanuel por vuestra cordura tan difícil de conseguir, teniendo la mayoría de vosotros una infancia casi suicida.
DONDE DORMIR
Tukul Village. Habitaciones con forma circular, muy típica en las casas de la población, con baño privado, agua caliente y buen restaurante. La zona comunitaria está bien comunicada por wifi, y podéis incluso ver la televisión por vía satélite. El precio con desayuno incluido, ronda los 80 Euros la doble. Se requiere reserva previa.
En Lalibela, el hospedaje es muy variado y hay de todos los precios. Pero si vuestro presupuesto es algo holgado, intentad descansar bien, sin pulgas, sin chinches y con buen personal. En el Sur carecen de estos lugares. Aprovechad mientras podáis dormir bien si el viaje es largo.
DONDE COMER
Numerosos lugares nos darán la oportunidad de probar el plato típico de la región. Yo he comido hoy en el Seven Olives, donde hay que reservar en temporada alta. El precio muy razonable para los turistas, excesivo para los lugareños.
Tukul Village. Sencillo restaurante con una sencilla carta. Los precios son realmente económicos y podréis pedir el wifi para navegar si os hace falta.
COMO LLEGAR
En avión, es una opción claramente ventajosa. Desde la capital y si habéis volado desde vuestro país de origen con Etiophian Airlines, obtendréis un descuento bastante importante para coger vuelos locales durante vuestra estancia en el país.
*Por carretera. Duro y largo, puede ser una experiencia enriquecedora, aunque se necesitan muchas horas para recorrer los 700 kilómetros que la separan de la capital. (*Información proporcionada por otros viajeros)
Todas los consejos, son verídicos y vividos en primera persona. No puedo facilitar más información habiendo estado dos jornadas en este maravilloso lugar.
.Otras imágenes de la jornada:
Pequeñajos aldeanos. Siempre con una sonrisa en sus rostros
Incluso en las cimas más inesperadas, hay gente vendiendo algo.
Claro ejemplo de aldea en Lalibela
Vender algo al «farangi», es una forma de vivir
Entrada a la Iglesia de Sta Mariam. Llegar, supone un esfuerzo
Guardián de la puerta. Sólo él podrá abrirnos para mostrarnos sus secretos. El posado es pagando una volunta…por supuesto
Verde. Sólo esa palabra, podría describir el fantástico paisaje que iremos encontrando
Techo de latón y paredes de madera. Son los dos componentes que forman las viviendas. Las más avanzadas, van rebozadas de adobe.
Impactante. No se me ocurre otra palabra para describir las iglesias de Lalibela
Rezos
Esta pobre niña, vendía sus muñecas hechas con sus propias manos.
Bendiciones. En esta instantánea, vemos al sacerdote supremo repartiendo paz. La adoración por estos señores, a menudo cruza la linea de lo racional.
Take me a photo please!!!!
Última parada antes de partir hacia Axum. Impresionante iglesia.